Estas pinzas llevan el nombre del oftalmólogo español Ramón Castro-Viejo, quien desarrolló este tipo de pinzas inicialmente para su uso en cirugía oftalmológica, pero luego se adaptaron para su uso en otros campos de la cirugía, incluida la cirugía oral y maxilofacial. Están diseñadas para sostener y manipular tejidos, suturas, implantes y otros objetos pequeños con precisión.